¿Buscas alternativas al gas natural para calentar tu casa? Aunque los datos sobre el consumo de gas natural en España son positivos, ya que se registra crecimiento en su consumo y se postula como uno de los combustibles de transición, en ocasiones hay que buscar alternativas a este combustible. Es búsqueda puede venir por diferentes razones: bien porque vivimos en un municipio al que no llega el suministro de gas natural, bien porque no tenemos la acometida de gas para que llegue a nuestro piso o bien porque queremos prescindir de los combustibles fósiles para calentar y producir agua caliente en nuestra vivienda.
Sea cuál sea la razón, hoy te presentamos las diferentes opciones disponibles para el aporte de calor a tu vivienda sin recurrir al gas natural:
Electricidad
La electricidad es la forma más accesible de obtener calefacción y ACS en nuestra vivienda, ya que en principio se suele disponer de conexión a la red eléctrica en las viviendas. También es verdad que, pese a ser la opción más común, mediante radiadores eléctricos, termos de agua caliente eléctricos para producción de acs, estufas o acumuladores eléctricos, la electricidad también es la forma más cara de conseguir calor.
Además, desde el punto de vista de la eficiencia energética, la electricidad no resulta un sistema eficiente ya que necesita consumir mucha energía eléctrica para generar la energía térmica necesaria. Por otro lado, el precio de la electricidad no es especialmente bajo, con lo que el precio en la factura de luz final se puede disparar.
Biomasa
La biomasa representa una alternativa al gas natural, sobre todo en lugares donde no llega el suministro, como puede ser una casa aislada en una zona rural o en una segunda residencia. Pero también representa una alternativa en ciudades y municipios españoles que ya disfrutan de las ventajas de calentar su hogar con un combustible ecológico. La biomasa es renovable, y emite menos emisiones de CO2 respecto a otros combustibles fósiles como el carbón, el gas licuado o el aceite.
Según datos de España cuenta con más de 160.000 instalaciones de biomasa térmica en funcionamiento, que suponen en torno a 7.275 MW instalados.
Las estufas de pellets, calderas de biomasa o las típicas chimeneas de leña son las opcionesmás utilizadas. También es posible instalar biomasa en comunidades de vecinos con las que abastecer en forma de calefacción central a todo el edificio. Este tipo de cambios en instalaciones colectivas suponen grandes ahorros de energía y se amortizan en un plazo relativamente corto, por lo que suponen una alternativa interesante a los combustibles fósiles.
Energía Solar
La energía solar térmica consiste en el aprovechamiento de la radiación solar a través de paneles solares o colectores. Suelen usarse para generación de agua caliente mediante depósitos, pudiendo conectarlo a otros emisores térmicos como radiadores o suelo radiante para generar calefacción. Por otro lado, también es posible un sistema de autoconsumo eléctrico a través de placas solares fotovoltaicas. Aunque en España han existido en los últimos años leyes restrictivas en lo que a autoconsumo se refiere, desde Europa se ha derogado el llamado impuesto al sol, por lo que se prevé un reflote de este tipo de sistemas durante los próximos años.
Energía ambiente
La aerotermia en una tecnología que permite extraer el calor contenido en el aire para generar calefacción. Si la bomba de calor aerotérmica es del tipo aire-aire, obtendremos calefacción y/o refrigeración si la bomba de calor es del tipo reversible. Si la bomba de calor es del tipo aire-agua, obtendremos también agua caliente, (con un depósito de acs y/o caldera mixta). La aerotermia es una alternativa al gas que además supone una opción eficiente y respetuosa con el medio ambiente, puesto que reduce las emisiones directas de CO2 y mientras una tercera parte de la energía que consume es eléctrica , tres partes proceden de una fuente de energía renovable e inagotable como es el aire.